28.2.11

DELICIA

No todo es malo

A veces abunda y, muchas otras, nadie la ve por ningún lado.

Cuando la ves, de veras, de veras... parece la mera verdad. Pero no sabes qué intenciones trae o el objetivo  buscado.

Con su tazón en la mano y lamiendo la última cucharada de cereal y chocolate, o de la injerencia de su preferencia; anda descalza bajo la lluvia o se deleita durante la tarde  del  deporte americano; le gusta ser malinchista y está, muchas veces, del lado del que más puede. Parece que no cree en la delicia que el sencillo y pobre puede alcanzar a vivir y hasta afirma: " para gordas duras " nada hay que esperar. Se alista para ir con aquellos del producto "delicia"... ! Cuánto mal se causa y atropellos se producen!

Sin embargo, no todo es malo. Si conociéramos el don de Dios, del amanecer diario o de la puesta del sol, tú y todos, pudiéramos hacer realidad la "delicia"; pero, al parecer, es mejor lo agridulce de la vida.

Piensa, hombre, en el campo como en la ciudad. En la provincia como en la gran capital  la "delicia" es posible cuando piensas en los demás y tú vas al final de la fila..

Terminemos, pues, por entendernos.

Si seguimos con cuento de hadas o estadísticas en primera persona, no se hará a un lado la adolescencia y, porque la eterna juventud no es posible, preferimos la anterior. Nonagenarios de 16, qué buenas estampas. Manzanas maduras sin alabastro y plenas de cianuro? Madrastra auténtica que despoja a los infantes de su herencia de autenticidad y libertad.

En la fuente de todo esto no hay hadas ni brujas, solo el mitológico Narciso que ha esparcido el dolor entre los claros espejos acuáticos. Y, aunque parezcan felices, nadie comió perdices. No se engañen. Antes de la siesta mira el presente, busca en el después y haz la lectura propicia con algunas miradas reveladoras del verdadero momento de la "delicia" adulta, madura y libre.

Pero, pregúntame...



Hasta la próxima. Pregunte y se le contará.
cahertal@yahoo.com.mx