P. Lymo Gervas, imc.
( es.ismico.org )
El año pasado preparamos el camino del Señor y en pocos días lo abandonamos.
El año pasado prendimos la luz Interna y externa, luego la apagamos en pocos días porque fastidiaba la vista.
El año pasado predicamos el amor, la justicia y la paz pero antes que cantara el gallo los habíamos negado los tres.
En la Navidad del 2007 gritamos con júbilo VEN SEÑOR JESUS y el 31 ya le teníamos la escoba en la puerta del corazón.
El año pasado nuestras hermosas prédicas convirtieron a mucha gente, menos a nosotros.
El año pasado el niño Jesús nació en nuestros corazones y murió desnutrido después de unos pocos días.
El año pasado con dulces y buñuelos en una mano le dimos al hermano un abrazo fraterno con la otra, pocos días después no sólo habíamos comido dulces y buñuelos sino también al hermano.
En este año:
“No extingan la acción del Espíritu;
no desprecien las profecías;
examínenlo todo
y quédense con lo bueno.
Cuídense del mal en todas sus formas.”
(I Tes 5, 19-22).
Y como el Espíritu sopla donde quiere, decimos:
En este año no extingamos ni la vida ni la alegría de vivir en nuestros hermanos.
No los despreciemos ni despreciemos sus sueños.
Examinemos bien a nuestros hermanos y descubriremos lo bueno que hay en ellos y sobretodo evitemos el mal que es lo que nos aleja de Dios y del hermano.
De lo contrario en este año 2009, pasará lo del año pasado.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario