POR QUÉ NO EDUCAR
PARA QUE LA SOCIEDAD SEA COMO UN "PARAGUAS"?
Yo quiero ser un "paraguas". Rojo, verde, negro, gris, amarillo, blanco, azul... de cualquier color; con mango de madera, plata, nácar, oro o simple y sencillo plástico; pero, al fin,,, "paraguas"
Sería útil a la niña que va a la escuela o al niño que va por el pan; a la señora que va de compras o al cacahuatero del carretón. A ricos y pobres, artistas o monjitas; al Papa como al presidente y a empresarios o trabajadores.
Protejo del sol y del agua a todos. Risueños y tristes, de izquierda o de derecha, blancos o negros. Siempre estoy dispuesto para servir al que me quiera invitar a hacerlo.
Yo quiero servir a todos, que me lleven a todas partes porque mi vocación de servir es universal. ¿No ven que hay tantos aguaceros a diestra y siniestra? Que llueve por todas partes la necesidad?
Muchas veces me olvidan en algún rincón, pero si llueve ¡qué carreras! Y, allá voy, a protegerlos del agua o del sol. Pero, lo mejor de todo: sin quejarme y en silencio.
Cuando voy con los niños les ayudo a soñar. Para ellos soy juguete y fantasía, "paraguas" y cualquier cosa que se les ocurra: pero, me gusta ayudarles.
Saber ser "paraguas" no es fácil pero es bonito. El abuelito me quiere de cobijo y bastón. Hombres y mujeres de todas las edades son, en la vida, mis oportunidades.
Es hermoso ser "paraguas", ya lo dije y lo reitero: abierto o cerrado, en el rincón u olvidado; pero, cuando te necesitan, ¡qué hermoso!
Presto o lento, ágil o despacio, con esfuerzo o sin trabajo... joven o viejo, siempre a servir. Yo, tú, él, nosotros, vosotros y ellos, familia toda,... Servir.
Pregunte y se le contará. cahertal@yahoo.com.mx Hasta la próxima.
P. Carlos Hernández Talavera, CSsR
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