2.6.09


CARIDAD O AMOR

EN ESTOS TIEMPOS


Dicen que "la corrupción de lo mejor es lo peor." Así ha pasado con la caridad o amor y, aunque por ahora no tengamos claridad transparente en estos términos, nos referiremos a ambos para lograr nuestro objetivo, reflexionar al respecto de la ausencia de ambos no solo en el ámbito literario sino, también, en el de la vida real.


Lo que está en juego es la concepción del amor. Un sector le da un sentido meramente sentimental, instintivo o de impulsos. Cultiva el amor en la vida social pero la excluye de la privada. Promueve la limosna para los necesitados pero les pide, a cambio, un gran reconocimiento y los votos, si es posible. Mientras que, en el ámbito de lo particular, sus allegados mendigan las migajas del amor entrega.


En otros tiempos se quería resolver, por medio de la limosna o caridad, algunos problemas sociales. Actualmente los mismos problemas sociales se cree que son aliviados sin caridad y sin limosna, únicamente con la palabra que quiere promover a la sociedad del subdesarrollo.


Actualmente, en el mundo de lo familiar, los del amor, caridad o limosna son los padres y, Lázaro, la multitud de hijos engendrados sin, precisamente, el amor auténticamente cristiano. En qué consiste el sentido exacto de la caridad cristiana? La respuesta nos pide una comprensión adecuada de la parábola del buen samaritano, del juicio final en el evangelio según san Mateo; y, también, un entender exacto de la carta del apóstol Santiago.


El amor o caridad de los padres hacia los hijos debe de vivir, ya, el sentido exacto de sus significado a tal grado que se le realice en su sentido y lugar correctos. Mas caridad y promoción en lo social y acertada relación de amorosa entrega y donación en los reducidos espacios de la pareja, familia y célula social.


Si los padres que deben educar a los hijos no aman y sólo dan limosna, seguirán haciendo de sus hijos personas cada vez más pasivas. Esas limosnas afectivas seguirán agravando la separación entre familias y generaciones. Entonces hay que decir que esa caridad o limosna no es amor sino en cuanto intente superar y restituir a los hijos su dignidad.


Entonces la caridad, para serlo realmente, ha de tender a suprimir la situación que hace necesaria la limosna; y a acrecentar en todos los ámbitos de la familia y sociedad la presencia del verdadero amor cristiano de generosa oblación.


En conclusión podemos decir: nos hace falta definición en todo lo concerniente al verdadero amor. Sólo con la transparencia del término, la caridad y la limosna, recobrarán su utilidad en la familia y en la sociedad.


Pregunte y se le contará. cahertal@yahoo.com.mx Hasta la próxima.




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